y la manifestación de que estamos vivos, y cuando dejamos de sentir que estamos vivos o viviendo mal, es entonces cuando aparece la ENFERMEDAD, como una señal inequívoca de que la vida ha dejado de habitar en nosotros. Sólo si somos capaces de escuchar la enfermedad seremos capaces de cambiarnos a nosotros... Sólo entonces podemos empezar a vivir en salud, y podremos empezar a pensar que el cambio es posible también en la globalidad.
Pasamos mucho tiempo escuchando opiniones de los demás sobre nuestra enfermedad, buscando que nos den soluciones, y al final, tras tanto buscar afuera, uno empieza a darse cuenta, de que quizás las respuestas que andaba buscando estaban dentro de sí mismo.
El Osteópata tiene en su mente la brújula y la atención para poder ir desde el efecto hacia la causa de toda anomalía en el cuerpo. Sigue buscando, porque como siempre decimos, él sabe que el cuerpo es una globalidad. El osteópata no busca remedios externos porque sabe que la solución siempre esta dentro, en la misma máquina humana, que cuando algo no funciona bien, lo manifiesta con síntomas y enfermedades. El osteópata mira el cuerpo, busca la perfección perdida, trabaja en él con sus manos y conocimientos de anatomía, y sabe que el cuerpo tiene capacidad para estar libre de bloqueos, secreciones, disfunciones, etc. Por tanto, ¿qué busca? Que la sangre vaya y venga con normalidad, que las señales emitidas por los nervios puedan enviarse y recibirse con el orden correcto, que todos los sistemas esten funcionando y en equilibrio.
Diplomado en Osteopatía (D.O.)
Instituto Argentino de Osteopatía, Bs As
M.R.O.A. (Miembro del Registro de Osteópatas de Argentina) 05-016